El callejón del Toro

Si hay algo de lo que nos gusta presumir a los toledanos es de calles estrechas como este callejón; el segundo más estrecho de la ciudad.

Es esta característica la que al parecer le dio nombre. Ya que cuentan que en una ocasión un toro que escapó, al meterse en su huida por este callejón quedó encajado entre sus paredes. La historia no es improbable ya que el Corralillo de San Miguel era antiguamente el Corral de las Vacas, pudiendo escapar alguna res y llegar hasta este punto.

Ésta es la explicación que nos ha dejado la tradición popular. Hay otra versión menos vistosa del porqué de ese nombre. Aunque ninguna de las dos ha podido corroborarse con exactitud.

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